jueves, 11 de septiembre de 2014

LECTURA: AMÉRICA LATINA RENTISMO Y DEMOCRACIA: BOLIVIA EN EL ENTORNO SOCIOPOLÍTICO


La historia como punto de vista de los asesinos y cómplices del establishment.-

El historiador alemán Ranke, fue el representante del positivismo más radical al considerar la historia solamente como las interpretaciones de los documentos oficiales. Para él y sus seguidores, la historia es simplemente lo que está escrito en los archivos oficiales. Ese punto de vista no sólo era político, sino arbitrario e incompleto. Las corrientes posteriores de la historia corrigieron esa tragedia. O ese punto de vista de la cultura occidental.

Está claro también que no hubo descubrimiento. Hubo invasión y saqueo. En eso las investigaciones son abundantes y ricas, en la misma Europa y Estados Unidos. Tampoco se considera actualmente que el inicio de la modernidad, 1.492, fue precisamente la complementación de culturas. Al respecto hubo imposición violenta. No existió para nada sincretismo o mestizaje, que son inventos de las mentes coloniales y colonizadas después. Los sistemas económicos impuestos respondían a sistemas mercantilistas europeos. Las existentes por estos lados del mundo, eran sistemas de reciprocidad y de trueque. A los ojos de los europeos esos sistemas eran arcaicos, atrasados y no modernos. No se molestaron en estudiar dichos sistemas, que recién en el siglo XX mereció atenciones científicas y académicas.

Bolivia en el siglo XVI.-

Hay abundante investigación sobre los tipos de economía que había a la llegada de los europeos; pero ninguna de ellas solamente resalta lo minero, sino la diversidad de modelos que probablemente existieron. Desde los intercambios de productos entre los distintos pisos ecológicos, hasta por supuesto las teorías de reciprocidad. Los europeos no entendieron nada de esos sistemas, no necesitaban entender sino prolongar el saqueo que les permitió el mercantilismo y después la revolución industrial. Los europeos sólo se dedicaron a saquear las tierras de estos lados, pues eran sus colonias y tenían que ser coherentes con ese saqueo.

Las comparaciones con Japón o Suiza, que son clásicas en estratos desinformados de Bolivia, son demasiado superficiales y poco analíticos. Sacados de esas revistas de divulgación científica para distracción de viejos, o de conocimientos generales. Las condiciones estructurales de los distintos desarrollos, dependen de los tipos de relación histórica en los medios de producción. Dicen los economistas que las razones estructurales definen los procesos de un país. Ahí nada tienen que ver los “espíritus de lucha” o los mitos inventados de la información.



Cómo nace Bolivia a la República?

Bolivia nace destruida. Después de 16 años de guerras y guerrillas que empieza en 1.809, explicada brillantemente en la obra Tambor Vargas, Bolivia soñó ilusamente en las ideas liberales de Bolívar. Incluso sus medidas económicas como la liberación de los impuestos indígenas, nunca se cumplieron. Las castas gobernantes, que eran los mismos españoles convertidos en republicanos, necesitaban dinero fresco y tuvieron otra vez que acudir a la explotación de los indígenas. El Estado republicano vivió de esa economía hasta finales del siglo XIX. Las castas gobernantes blancas eran tan inútiles e inservibles que ni siquiera hicieron del país medianamente desarrollado. Así Bolivia ingresa al siglo XX, con la Revolución del 52.

Revolución del 52.-

Los libros clásicos dicen que la revolución del 52 fue el aliento de modernidad que necesitaba el país. Ilusión escolástica también clásica. Bolivia nunca fue un país industrial, por inutilidad de sus clases altas. Y estas clases altas en su inutilidad tampoco pudieron manejar bien los recursos naturales que tenemos. En realidad, como dicen en las investigaciones más serias fuera del país, las clases altas bolivianas nunca fueron creativas y pensantes, sino ignorantes y burdas. Con poco conocimiento de su realidad, y sin ningún proyecto de Nación o Clase. Pues dependía de ellos hacer de un país algo más desarrollado. No pudieron, en su ignorancia y desconocimiento de las realidades, no lograron ofrecer un país más interesante. La famosa modernidad sólo es de pinta y moda, no de mentalidad y de actitud.

Tampoco construyeron  un Estado. Nunca tuvimos Estado en el sentido clásico del término. Imitaron a los Estados europeos; pero mal. El Estado republicano sólo fue una caricatura y pésima copia de los Estados europeos. Un Estado anti nacional, anti indígena y anti desarrollo. Es decir, hablar de rentismo de un Estado que nunca fue Estado, es realmente no tener claridad en los conceptos de Estado. Los conceptos de Vivir Bien, tienen otras connotaciones, más filosóficas e ideológicas que solamente las económicas. Y por supuesto la literatura también es amplia y rigurosa, en Bolivia y fuera de ella.

Pues con semejantes clases altas ignorantes, patronales y con poca mentalidad liberal burguesa, el país se detuvo en el tiempo. Hoy, paradójicamente, son los campesinos los que quieren desarrollo y progreso. Qué paradojas: sólo en Bolivia.

Clases altas y desarrollo.-

Es importante la historia de las clases sociales. En cualquier país del mundo, porque son las encargadas de definir el futuro del territorio. Las burguesías jugaron un papel determinante, desde la Revolución francesa cuando la burguesía toma el poder de los Estado en Europa. Muchas revoluciones simplemente ratifican los sueños de la burguesía: desarrollo industrial y progreso.
En Bolivia, lamentablemente las oligarquías nunca fueron modernas. Nunca fueron los portadores de las ideas de desarrollo y progreso. Nunca fueron trabajadoras y de mentalidad de ahorro, sino patronales y poco apegados al trabajo. Sus discursos son ciertamente desarrollistas, pero sus prácticas son absolutamente contrarias al trabajo y desarrollo. Por tanto, como corpus y esencia mental de propuestas estas clases u oligarquías no fueron capaces de crear o construir, bases materiales y ni siquiera un Estado mínimamente moderno. Felizmente, como tiene que ser, también existe ya bastante literatura sobre estos temas.

Especulaciones sobre lo exportador o extractivo.-

De manera simplista y casi escolar, cualquier estudiante de primer semestre de economía comprende que solamente siendo mono productor y exportador, cualquier país sobreviva sosteniblemente. Es elemental. Pero se trata de ir al fondo del asunto: precisamente la ausencia de mentalidad liberal democrática de las oligarquías bolivianas, es decir de otorgar oportunidades a sus poblaciones: educación de calidad, becas, etc, Bolivia no es un país competitivo. Es ridículo pensar que un país con enormes tasas de analfabetismo, pueda de pronto saltar a ser un país del conocimiento. Son temas estructurales.

Incluso nuestras universidades no son mínimamente capaces de resolver esos vacíos históricos, heredados de la inutilidad de quiénes deberían conducir al país. Las nuevas inquietudes y corrientes actuales, probablemente le den mejores esperanzas para el futuro. Por ahora, la construcción de un Estado realmente moderno y competitivo es el desafío más importante. Eso es también un Estado por fin inclusivo y que responda a las realidades del país.

Estado y regiones.-

Las experiencias mundiales nos enseñan que no debemos copiar los modelos de Estado, sobre todo los europeos que están en constante retroceso en sus políticas de Estado. Son en realidad estados fracasados. Además, los países desarrollados empiezan a desarrollar nuevas teorías sociales más allá del Estado. La moda del Estado ya ha pasado, pertenecía a la modernidad y al industrialismo. Hoy los procesos son postcapitalistas, post industriales y con economías cuánticas y divergentes. Nuevas teorías y nuevas propuestas para el siglo XXI. La modernidad y las post modernidad ya han pasado de moda.

Nosotros tenemos herencias territoriales y de organización muy nuestras, que han funcionado por miles de años eficientemente. Se trata de recuperar esas organizaciones y asumirlas con las nuevas informaciones de occidente. No con las que ya están pasando de moda.

Bolivia y Latinoamérica.-

La inutilidad de los grupos de poder nos llevó a la pérdida de territorios, y de aislarnos de los vecinos. Hoy tenemos que comunicarnos y comerciar con ellos. Es de sentido común. La velocidad de los cambios exige que nos pongamos las pilas para sobrevivir. Tenemos mucho qué ofrecer y de hecho exportamos con altura: cultura, música andina, vestimentas propias. En lo demás, como copia burda y tosca de occidente, no somos competitivos. Se es competitivo en las cosas propias y nuestras. Jamás seremos competitivos en información y tecnología, porque eso pertenece a los países que han jugado sus cartas hace siglos. Pero podemos adaptar muchas cosas de esas tecnologías, para nuestras necesidades. Es tonto pensar que ahora debemos copiar en todo a los países competitivos, es realmente tonto. Se trata de ver nuestras ventajas comparativas, y ver en qué podemos ser competitivos, pero con personalidad.

                                                        SOBRE RENTISMO Y DEMOCRACIA

América Latina sobre una metamorfosis fuerte. Su dependencia enfermiza de Estados Unidos empieza a terminarse. Son todavía muy jóvenes las nuevas instituciones que están naciendo. En muchos casos los problemas económicos son todavía los más complejos, pues en general los mercados internos latinoamericanos no son competitivos frente a los grandes mercados mundiales. Esas transformaciones son enormes y hasta ahora algo prometedoras. Los nubarrones de peligros también son varios. El poder del mercado es la religión más agobiante para el mundo. La locura mundial de los mercados están sobre produciendo tanto que ya no se sabe a dónde vender. Esa saturación y destrucción del medio ambiente, está llevando a los pensadores del mundo a buscar alternativas serias a la dictadura del mercado. Por ahora no hay respuestas claras, sólo sospechas.

América latina también se está recuperando de la ausencia de desarrollos locales. Más humanos y menos ligados al mercado siempre devorador e injusto. Varios países como Brasil, por ejemplo, han preferido jugar al mercado mundial, cuando tiene 50 millones de pobres absolutamente desligados de los mercados internacionales. En general, hoy se juegan cartas endógenas aunque con miradas a las competencias del futuro. Al respecto existen experiencias mundiales, que pueden ser recomendaciones interesantes en función de las realidades, por ejemplo Corea del Sur, Taiwan o China.

CONCLUSIONES.-

No hay fórmulas en la historia, para copiar y recitar al pie de la letra. Esos esquemas de la dependencia se han derrumbado con tragedias. Cada realidad es una distinta de la otra, por tanto sus lógicas también serán distintas. Pero siguen siendo válidas las investigaciones científicas, lo que no se hace en Bolivia. Ahí el esfuerzo de los sistemas de educación tiene que ser muy fuerte. Deshacernos de las copias, de las calcas y de los remedos de pantomima. Si queremos ser realmente creativos y con ideas propias tenemos mucho que investigar. Mucho que crear.

Bolivia tiene la oportunidad, como nunca antes, de ser por fin un país propio y genuino. Sus aportes serán culturales. Porque es lo único propio y genuino y puro que tiene. De hecho, somos noticia en los mayores centros de investigación del mundo. No en nuestro país por sus características racistas y provincianas de sus clases altas y medias. Tenemos que inventar y construir un Estado por fin nuestro e inclusivo. Después consolidar unos nacionalismos fuertes étnicos. Finalmente, el manejo de información es necesario y urgente. Eso nos dará una personalidad propia en el concierto internacional. No tenemos más salidas, lo demás son lindos dilemas de autores gringos poco prácticos, y poco realistas para nuestras realidades.

Bibliografía.-

Javier Medina: Repensar Bolivia. Hisbol, 1992. La Paz – Bolivia.


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