miércoles, 24 de septiembre de 2014

A PROPÓSITO DE CULTURA, UN TÉRMINO EN EVOLUCIÓN


                                                                                                                  Max Murillo Mendoza.

Lectura, el texto del Dr. Pablo Aranda.

Anibal Quijano toma prestado sus reflexiones de cultura de Enrique Dussel, (Dr. En historia, en sociología, en teología y filosofía), cuando a mediados de los años 60 lanza al mundo sus textos de modernidad y colonización. En dichas reflexiones Dussel cambia las direcciones de las tradicionales maneras de abordar lo cultural y lo evolutivo. Considera que la modernidad atropella y destruye violentamente miles de años de otro tipo de civilizaciones, de otras categorías de mentalidades, también con sus propias formas de desarrollos y sus propias maneras de ver y entender la vida, el mundo y sus simbologías.

Posteriormente, será el historiador peruano Dr. Flores Galindo, en su libro en Busca de un Inca del año 1.985, donde desarrolle brillantemente los términos de civilización y evolución. Conforme esas reflexiones, nos sugiere Flores Galindo que antes de la llegada de los europeos a nuestro continente, por estos lados del mundo se habían desarrollado civilizaciones tan adelantadas y complejas, con sus propios Estados, con sus propias religiones, con sus propias economías y sus propias mentalidades, que se desarrollaron durante milenios hasta lograr altos componentes históricos, que hasta hoy muy poco se han entendido y comprendido en sus significados. Que las categorías clásicas con las que nos aproximamos a esas civilizaciones, tienen el sesgo totalmente occidental y moderno, que no llegan realmente a explicar del todo a esas civilizaciones. Sino cortadas desde las perspectivas de la modernidad. Entonces advierte que en esas maneras de aproximarnos a nuestras civilizaciones, se imponen visiones totalmente ideológicas de “atraso”, “no civilizado”, y posteriormente “no moderno”. Categorías euro céntricas trabajadas para realidades europeas; pero no para otras realidades. Pero que la colonización se encargó de exportar y universalizar e imponer en las ciencias sociales, que sirvieron después como herramientas de análisis de otras realidades. Los peligros de estas visiones son evidentes: ideológicamente se supone y se asume que nuestras realidades son “atrasadas” y no  ”civilizadas” para dichas categorías de análisis.

Esas reflexiones, entre otras, han servido junto a los descubrimientos de la antropología anglosajona en Bolivia, desde los años 60 y 70 del anterior siglo, que ciertamente las categorías de análisis euro centristas tienen sus limitaciones en nuestras realidades. Son nomás producto de los pensamientos de dominación cultural y colonial, de una manera de ver el mundo: incompleta y totalmente subjetiva de la realidad. Hoy todo eso ha cambiado en los centros de investigación más importantes del mundo, sobre todo en los países del norte. A la luz de las visiones más cuánticas y  holísticas, las reflexiones culturales y de civilizaciones no tienen connotaciones euro céntricas. Sino más amplias y diversas. Pero en nuestras universidades veo que todavía no se ha avanzado lo suficiente con esas informaciones recientes. Siguen realmente atrasadas y con visiones de los años 60 o 70 del anterior siglo; aunque con la moda de modernidad y progreso. Que son más bien enfermedades mentales de importación masiva, de consumo masivo como forma de desahogo en la ausencia de identidad cultural e histórica de nuestras sociedades.

La frivolidad y la ignorancia de las mentalidades “modernistas” en Bolivia, siguen bloqueando las posibilidades de pensar y desarrollar las nuevas maneras de ver el mundo. Que coinciden increíblemente con las maneras de ver el mundo que tenían nuestras civilizaciones, a la llegada de los europeos en el siglo XV. Eso lo dicen los pensadores e intelectuales europeos y norteamericanos. Las reflexiones en esa línea de filósofos y antropólogos del sur, son muchas y variadas; pero que configuran las afirmaciones de que lo euro céntrico ha hecho más daño que aporte a nuestras realidades. Felizmente esa enfermedad ya ha sido superada; todavía no en Bolivia.

En cierto sentido hay un consenso por estos lados del mundo, en que nuestras visiones de la historia, es decir de la evolución humana, tienen concepciones todavía newtonianas: teleológicas, lineales, de un principio y un fin, de progreso infinito. Categorías llegadas también con los europeos. Por eso las distinciones de países “avanzados y desarrollados” y países “no avanzados y no desarrollados”. Es decir poco evolucionados. Actualmente esos términos no son ya absolutos y están siendo duramente cuestionados. Por eso las confusiones en los análisis de cultura, civilización o historia, que tienen siempre el tufo euro céntrico de evolución. Sin embargo, en ese consenso de vocabulario, no hemos avanzado mucho como país. A pesar de tener abundante información, tardará algunos años más (veo eso) para tener las reflexiones que se están respirando en el norte de este mundo.

Finalmente, nos falta encontrar identidad colectiva. No podemos ser universales sino somos nosotros mismos. Y hoy no somos nosotros mismos. La palabra boliviano no tiene contenidos. Es amorfa y ambigua. Se inventó el terminó mestizo para disimular lo racista que es nuestra sociedad. En realidad nuestras identidades son nuestras culturas que son tan antiguas y milenarias, tal como dice la antropología anglosajona. Y en la confusión racista y pigmentocrática de nuestra sociedad no se las ve ni se las reconoce. Ahí ahorraríamos muchas cosas.


                                                                                     La Paz, septiembre de 2014.

jueves, 18 de septiembre de 2014

A PROPÓSITO DE EL SUJETO: MÚSICO QUE PROPONE AL PÚBLICO SU INTERPRETACIÓN DE LA REALIDAD.


                                                                                                        Max Murillo Mendoza.

En la Ley Avelino Siñani: artículo 3 (Bases de la Educación), inciso 10.Es  científica, técnica, tecnológica y artística, desarrollando los conocimientos y saberes desde la cosmovisión de las culturas indígenas originaria campesinas, comunidades interculturales y afro bolivianas, en complementariedad con los saberes y conocimientos universales, para contribuir al desarrollo integral de la sociedad.”

La música, como un importante componente de la espiritualidad humana, es desde lo educativo demasiado importante. No sólo como terapia o animación en muchos procesos educativos, sino como elemento de la creatividad y la propuesta educativa en experiencias de alto nivel. Es decir, la música en sí misma refleja no sólo la realidad sino también la calidad de una sociedad, de un grupo humano y de un proceso educativo. Personalmente he sido testigo de ese tipo de educación (educado por jesuitas de vanguardia en la experiencia Juan 23 de Cbba.), cuando en las mañanas nos despertaban con música clásica. O en muchos almuerzos nos obligaban a escuchar música clásica. O nos explicaban las músicas de protesta de aquellos años, de sus significados y sus trascendencias. Pues no cabe duda sobre la importancia de la música en la educación.

Pero también es importante que la música puede tener esa virtud de entender, por sus melodías o sus características, a otras culturas: lo universal o lo plural. Escuchar rokc o baladas de otras realidades, es una manera de entender otras culturas, de escuchar la palabra de otras maneras de pensar la realidad. En otras palabras: la educación en el conocimiento de la universalidad. De esa manera aprendí con los jesuitas la música barroca, la música de la edad media, etc. Al mismo tiempo viendo la historia de esas culturas. Definitivamente la educación mediante la música puede tener efectos multiplicadores en los conocimientos. En ese sentido, la combinación entre los conocimientos y las artes puede tener resultados alentadores, que rebasen los mismos conocimientos y lo espiritual.

Gran parte de las culturas del mundo aportan con la música, como un elemento de comunicación y transmisión de sus valores. En el caso de Bolivia, culturalmente la música es el elemento probablemente más importante de exportación mundial de lujo, y de alta calidad. Somos conocidos mundialmente por nuestras músicas y nuestras vestimentas indígenas. Pues no exportamos intelectuales, porque no tenemos, no exportamos tecnología porque no somos un país industrial. Y  muy poco de agricultura porque ni siquiera podemos competir con nuestros vecinos. Pero sí exportamos música y vestimentas de calidad, de mucha calidad. Ese aspecto es importante a la hora de medir y valorar (ventajas comparativas) las cualidades de nuestro país, que lamentablemente se confunde y no se reconoce. Las llamadas clases altas del país siguen soñando trasnochadamente con convertir al país en industrial (fábricas, autos, componentes electrónicos, etc), para luego exportar. Bolivia nunca será un país industrial y exportador en el sentido de las industrias de la segunda y tercera revolución industrial. Hemos perdido esa batalla y esa carrera hace muchos siglos, por culpa de quiénes han conducido al país de manera inútil y torpe. Lo que sí podemos hacer, inteligentemente, es valorar nuestras ventajas comparativas, nuestros valores agregados: quizás alimentos, quizás electricidad por la cantidad de ríos que tenemos, quizás minerales raros por la tradición. Es decir, ver y encontrar las potencialidades posibles, como país. Y olvidarse completamente de esos sueños trasnochados y decimonónicos, de que tenemos que convertirnos en potencia industrial. Esas ideas son realmente tontas a estas alturas de la historia.

Bolivia, tiene enormes potencialidades en la música y las artes, precisamente por la riqueza cultural y social de las nacionalidades distintas. Se trata de ver cómo, en el buen sentido, explotar hacia el mundo esas riquezas culturales. Ahí hay notables condiciones que hay que trabajar a fondo: turismo, exportación de artesanías, música, vestimentas y porque no tecnologías educativas ligadas a la música y las artes. Las potencialidades de un país se miden reconociendo las profundidades del país: el tipo de cultura, el tipo de arte y el tipo de consumo. Eso es los tipos de culturas que tenemos y sus economías. No lo que se hace desde siempre, que no nos han traído beneficios para nada: copiar modelos ajenos a nuestras realidades. Esos modelos han fracasado porque no corresponden a nuestras mentalidades. Hacer ciencia es mirar a nuestra casa propia. Y descubrir las riquezas que tenemos.

El desafío de Bolivia es: Cómo ser universales, siendo nosotros  mismos. Es decir, si no nos reconocemos a nosotros mismos, jamás podremos ser universales con identidad. Seguiremos siendo como hasta ahora: simples imitadores de modelos ajenos.



                                                                                La Paz, 17 de septiembre de 2014.

jueves, 11 de septiembre de 2014

LECTURA: AMÉRICA LATINA RENTISMO Y DEMOCRACIA: BOLIVIA EN EL ENTORNO SOCIOPOLÍTICO


La historia como punto de vista de los asesinos y cómplices del establishment.-

El historiador alemán Ranke, fue el representante del positivismo más radical al considerar la historia solamente como las interpretaciones de los documentos oficiales. Para él y sus seguidores, la historia es simplemente lo que está escrito en los archivos oficiales. Ese punto de vista no sólo era político, sino arbitrario e incompleto. Las corrientes posteriores de la historia corrigieron esa tragedia. O ese punto de vista de la cultura occidental.

Está claro también que no hubo descubrimiento. Hubo invasión y saqueo. En eso las investigaciones son abundantes y ricas, en la misma Europa y Estados Unidos. Tampoco se considera actualmente que el inicio de la modernidad, 1.492, fue precisamente la complementación de culturas. Al respecto hubo imposición violenta. No existió para nada sincretismo o mestizaje, que son inventos de las mentes coloniales y colonizadas después. Los sistemas económicos impuestos respondían a sistemas mercantilistas europeos. Las existentes por estos lados del mundo, eran sistemas de reciprocidad y de trueque. A los ojos de los europeos esos sistemas eran arcaicos, atrasados y no modernos. No se molestaron en estudiar dichos sistemas, que recién en el siglo XX mereció atenciones científicas y académicas.

Bolivia en el siglo XVI.-

Hay abundante investigación sobre los tipos de economía que había a la llegada de los europeos; pero ninguna de ellas solamente resalta lo minero, sino la diversidad de modelos que probablemente existieron. Desde los intercambios de productos entre los distintos pisos ecológicos, hasta por supuesto las teorías de reciprocidad. Los europeos no entendieron nada de esos sistemas, no necesitaban entender sino prolongar el saqueo que les permitió el mercantilismo y después la revolución industrial. Los europeos sólo se dedicaron a saquear las tierras de estos lados, pues eran sus colonias y tenían que ser coherentes con ese saqueo.

Las comparaciones con Japón o Suiza, que son clásicas en estratos desinformados de Bolivia, son demasiado superficiales y poco analíticos. Sacados de esas revistas de divulgación científica para distracción de viejos, o de conocimientos generales. Las condiciones estructurales de los distintos desarrollos, dependen de los tipos de relación histórica en los medios de producción. Dicen los economistas que las razones estructurales definen los procesos de un país. Ahí nada tienen que ver los “espíritus de lucha” o los mitos inventados de la información.



Cómo nace Bolivia a la República?

Bolivia nace destruida. Después de 16 años de guerras y guerrillas que empieza en 1.809, explicada brillantemente en la obra Tambor Vargas, Bolivia soñó ilusamente en las ideas liberales de Bolívar. Incluso sus medidas económicas como la liberación de los impuestos indígenas, nunca se cumplieron. Las castas gobernantes, que eran los mismos españoles convertidos en republicanos, necesitaban dinero fresco y tuvieron otra vez que acudir a la explotación de los indígenas. El Estado republicano vivió de esa economía hasta finales del siglo XIX. Las castas gobernantes blancas eran tan inútiles e inservibles que ni siquiera hicieron del país medianamente desarrollado. Así Bolivia ingresa al siglo XX, con la Revolución del 52.

Revolución del 52.-

Los libros clásicos dicen que la revolución del 52 fue el aliento de modernidad que necesitaba el país. Ilusión escolástica también clásica. Bolivia nunca fue un país industrial, por inutilidad de sus clases altas. Y estas clases altas en su inutilidad tampoco pudieron manejar bien los recursos naturales que tenemos. En realidad, como dicen en las investigaciones más serias fuera del país, las clases altas bolivianas nunca fueron creativas y pensantes, sino ignorantes y burdas. Con poco conocimiento de su realidad, y sin ningún proyecto de Nación o Clase. Pues dependía de ellos hacer de un país algo más desarrollado. No pudieron, en su ignorancia y desconocimiento de las realidades, no lograron ofrecer un país más interesante. La famosa modernidad sólo es de pinta y moda, no de mentalidad y de actitud.

Tampoco construyeron  un Estado. Nunca tuvimos Estado en el sentido clásico del término. Imitaron a los Estados europeos; pero mal. El Estado republicano sólo fue una caricatura y pésima copia de los Estados europeos. Un Estado anti nacional, anti indígena y anti desarrollo. Es decir, hablar de rentismo de un Estado que nunca fue Estado, es realmente no tener claridad en los conceptos de Estado. Los conceptos de Vivir Bien, tienen otras connotaciones, más filosóficas e ideológicas que solamente las económicas. Y por supuesto la literatura también es amplia y rigurosa, en Bolivia y fuera de ella.

Pues con semejantes clases altas ignorantes, patronales y con poca mentalidad liberal burguesa, el país se detuvo en el tiempo. Hoy, paradójicamente, son los campesinos los que quieren desarrollo y progreso. Qué paradojas: sólo en Bolivia.

Clases altas y desarrollo.-

Es importante la historia de las clases sociales. En cualquier país del mundo, porque son las encargadas de definir el futuro del territorio. Las burguesías jugaron un papel determinante, desde la Revolución francesa cuando la burguesía toma el poder de los Estado en Europa. Muchas revoluciones simplemente ratifican los sueños de la burguesía: desarrollo industrial y progreso.
En Bolivia, lamentablemente las oligarquías nunca fueron modernas. Nunca fueron los portadores de las ideas de desarrollo y progreso. Nunca fueron trabajadoras y de mentalidad de ahorro, sino patronales y poco apegados al trabajo. Sus discursos son ciertamente desarrollistas, pero sus prácticas son absolutamente contrarias al trabajo y desarrollo. Por tanto, como corpus y esencia mental de propuestas estas clases u oligarquías no fueron capaces de crear o construir, bases materiales y ni siquiera un Estado mínimamente moderno. Felizmente, como tiene que ser, también existe ya bastante literatura sobre estos temas.

Especulaciones sobre lo exportador o extractivo.-

De manera simplista y casi escolar, cualquier estudiante de primer semestre de economía comprende que solamente siendo mono productor y exportador, cualquier país sobreviva sosteniblemente. Es elemental. Pero se trata de ir al fondo del asunto: precisamente la ausencia de mentalidad liberal democrática de las oligarquías bolivianas, es decir de otorgar oportunidades a sus poblaciones: educación de calidad, becas, etc, Bolivia no es un país competitivo. Es ridículo pensar que un país con enormes tasas de analfabetismo, pueda de pronto saltar a ser un país del conocimiento. Son temas estructurales.

Incluso nuestras universidades no son mínimamente capaces de resolver esos vacíos históricos, heredados de la inutilidad de quiénes deberían conducir al país. Las nuevas inquietudes y corrientes actuales, probablemente le den mejores esperanzas para el futuro. Por ahora, la construcción de un Estado realmente moderno y competitivo es el desafío más importante. Eso es también un Estado por fin inclusivo y que responda a las realidades del país.

Estado y regiones.-

Las experiencias mundiales nos enseñan que no debemos copiar los modelos de Estado, sobre todo los europeos que están en constante retroceso en sus políticas de Estado. Son en realidad estados fracasados. Además, los países desarrollados empiezan a desarrollar nuevas teorías sociales más allá del Estado. La moda del Estado ya ha pasado, pertenecía a la modernidad y al industrialismo. Hoy los procesos son postcapitalistas, post industriales y con economías cuánticas y divergentes. Nuevas teorías y nuevas propuestas para el siglo XXI. La modernidad y las post modernidad ya han pasado de moda.

Nosotros tenemos herencias territoriales y de organización muy nuestras, que han funcionado por miles de años eficientemente. Se trata de recuperar esas organizaciones y asumirlas con las nuevas informaciones de occidente. No con las que ya están pasando de moda.

Bolivia y Latinoamérica.-

La inutilidad de los grupos de poder nos llevó a la pérdida de territorios, y de aislarnos de los vecinos. Hoy tenemos que comunicarnos y comerciar con ellos. Es de sentido común. La velocidad de los cambios exige que nos pongamos las pilas para sobrevivir. Tenemos mucho qué ofrecer y de hecho exportamos con altura: cultura, música andina, vestimentas propias. En lo demás, como copia burda y tosca de occidente, no somos competitivos. Se es competitivo en las cosas propias y nuestras. Jamás seremos competitivos en información y tecnología, porque eso pertenece a los países que han jugado sus cartas hace siglos. Pero podemos adaptar muchas cosas de esas tecnologías, para nuestras necesidades. Es tonto pensar que ahora debemos copiar en todo a los países competitivos, es realmente tonto. Se trata de ver nuestras ventajas comparativas, y ver en qué podemos ser competitivos, pero con personalidad.

                                                        SOBRE RENTISMO Y DEMOCRACIA

América Latina sobre una metamorfosis fuerte. Su dependencia enfermiza de Estados Unidos empieza a terminarse. Son todavía muy jóvenes las nuevas instituciones que están naciendo. En muchos casos los problemas económicos son todavía los más complejos, pues en general los mercados internos latinoamericanos no son competitivos frente a los grandes mercados mundiales. Esas transformaciones son enormes y hasta ahora algo prometedoras. Los nubarrones de peligros también son varios. El poder del mercado es la religión más agobiante para el mundo. La locura mundial de los mercados están sobre produciendo tanto que ya no se sabe a dónde vender. Esa saturación y destrucción del medio ambiente, está llevando a los pensadores del mundo a buscar alternativas serias a la dictadura del mercado. Por ahora no hay respuestas claras, sólo sospechas.

América latina también se está recuperando de la ausencia de desarrollos locales. Más humanos y menos ligados al mercado siempre devorador e injusto. Varios países como Brasil, por ejemplo, han preferido jugar al mercado mundial, cuando tiene 50 millones de pobres absolutamente desligados de los mercados internacionales. En general, hoy se juegan cartas endógenas aunque con miradas a las competencias del futuro. Al respecto existen experiencias mundiales, que pueden ser recomendaciones interesantes en función de las realidades, por ejemplo Corea del Sur, Taiwan o China.

CONCLUSIONES.-

No hay fórmulas en la historia, para copiar y recitar al pie de la letra. Esos esquemas de la dependencia se han derrumbado con tragedias. Cada realidad es una distinta de la otra, por tanto sus lógicas también serán distintas. Pero siguen siendo válidas las investigaciones científicas, lo que no se hace en Bolivia. Ahí el esfuerzo de los sistemas de educación tiene que ser muy fuerte. Deshacernos de las copias, de las calcas y de los remedos de pantomima. Si queremos ser realmente creativos y con ideas propias tenemos mucho que investigar. Mucho que crear.

Bolivia tiene la oportunidad, como nunca antes, de ser por fin un país propio y genuino. Sus aportes serán culturales. Porque es lo único propio y genuino y puro que tiene. De hecho, somos noticia en los mayores centros de investigación del mundo. No en nuestro país por sus características racistas y provincianas de sus clases altas y medias. Tenemos que inventar y construir un Estado por fin nuestro e inclusivo. Después consolidar unos nacionalismos fuertes étnicos. Finalmente, el manejo de información es necesario y urgente. Eso nos dará una personalidad propia en el concierto internacional. No tenemos más salidas, lo demás son lindos dilemas de autores gringos poco prácticos, y poco realistas para nuestras realidades.

Bibliografía.-

Javier Medina: Repensar Bolivia. Hisbol, 1992. La Paz – Bolivia.


Latinoamérica aumenta el gasto en educación, pero sigue lejos de la media

México, Chile y Brasil no logran mejorar la calidad de su enseñanza


Chile, México y Brasil invierten más de su PIB en educación y están a punto de acercarse o incluso superar a los algunos miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El aumento en inversión, sin embargo, no ha mejorado sustancialmente la calidad de la educación y, en consecuencia, los datos relacionados a la desigualdad laboral, tiempo de estudio o las tasas de matriculación. Varios índices sí han mejorado —o, al menos, permanecido iguales—, pero todavía sitúan a los países latinoamericanos muy por detrás de los desarrollados, según apunta el informe Panorama de la Educación 2014 divulgado ayer. Es el caso, por ejemplo, de los jóvenes de 15 a 29 años que ni estudian ni trabajan —ninis—, que todavía suponen el 20% del total en los tres países estudiados, por debajo de la media del 15% de la OCDE.
En Chile hay cada vez más ciudadanos que han concluido sus estudios secundarios. El 57% de los adultos han terminado la educación secundaria, lo que contrasta con el 75% de media de la organización. Sin embargo, entre la población de 25 a 34 años, el 77% ha finalizado sus estudios, un poco menos que la media de la OCDE, del 82%. El país es, asimismo, uno de los que más ha incrementado sus inversiones en educación, al destinar el 6,9% de PIB al sector —la media del grupo es del 6,1%—. También ha duplicado sus gastos por estudiante, pero solo invierte 5.522 dólares por cada uno, muy abajo de los 9.487 dólares de media.
Chile es también, en contraste con los demás miembros del grupo, el que más inversión privada posee en todos los niveles de educación: el 40% del total. Sobre todo en la educación superior, en la que la inversión privada llega al 76%, mientras que la media de la OCDE es del 31%. Además, solo el 37% de los jóvenes de 15 años van a escuelas públicas, en contraste con el 82% del resto del grupo.
Menos positivos aún son los datos sobre la desigualdad laboral. El estudio revela que el 84% de los adultos chilenos con estudios universitarios poseen trabajo, mientras que solo el 59% de los que han completado apenas sus estudios secundarios están empleados. Los ciudadanos que tienen educación superior pueden ganar el 160% más que los que solo tienen estudios secundarios. La mayor inversión tampoco se ha reflejado en mejores salarios a los profesores: estos, cuando completan 15 años de experiencia, pueden ganar hasta 26.000 dólares al año, por los 43.000 de media de la OCDE.
Brasil sí ha incrementado la presencia del sector público y el Gobierno llega a destinar el 19% de su presupuesto a educación, por encima del 13% del grupo, lo que le convierte en el cuarto país que más aporta al sector. Esta inversión representa el 6,1% del PIB, en contraste con la media del 5,6% del grupo. En 2000, representaba solo el 3,5%, lo que supone el crecimiento más rápido de la OCDE.
Sin embargo, la inversión pública por alumno todavía es de solo 2.985 dólares, muy por debajo de los 8.952 dólares de media. Además, Brasil gasta cuatro veces más en un alumno de educación superior que en uno de educación primaria o secundaria. Los que pasan por instituciones superiores ganan, a su vez, 2,5 veces más que los que han completado estudios secundarios —la media de la OCDE es de 1,6 superior—.
En México, la inversión en educación aumentó de forma considerable y, en 2011, el 6,2% del PIB de se destinó al gasto en instituciones educativas, por encima del promedio del 6,1% de la OCDE. Además, los estudiantes de 15 años lograron una media de 413 puntos en la evaluación de matemáticas de la prueba de PISA de 2012, un incremento de 28 puntos desde 2003.
En cambio, el gasto anual por estudiante, desde primaria hasta educación superior, es solo del 19% del PIB per capita, muy por debajo del promedio de la OCDE del 27%. Y pese a que la cobertura educativa entre los de 5 a 14 años es universal, solo el 53% de los jóvenes de entre 15 y 19 años están matriculados. México también es el único país del grupo donde los jóvenes de esa franja de edad pasan más tiempo trabajando que estudiando: 6,4 años, un año más que la media de la OCDE; y 5,3 años estudiando, dos menos que el resto del grupo.

jueves, 4 de septiembre de 2014

SOBRE LA LECTURA EL FUTURO DEL ESTADO DEL BIENESTAR

Max Murillo Mendoza

Eurocentrismo a todo dar.

Qué duda cabe: todos los referentes científicos y sociales son euro céntricos. Esa enfermedad social de nuestras ciencias sociales, es la peor herencia que por fin empieza a derrumbarse por obra de sus propios creadores: los europeos. Sus nuevos enfoques reconocen esa forma cruelmente imperial, que su insostenibilidad en su propio patio empuja a sus pensadores a crear otros imaginarios más plurales, menos imperiales y más respetuosos. Nuestras universidades son tan caducas y atrasadas que sólo copian, imitan y grotescamente repiten lo que dice el euro centrismo. Nada raro que las creaciones más creativas y puras se las haga fuera de las aulas universitarias. Felizmente las nuevas tecnologías permiten una socialización de esos trabajos realmente científicos, no ideológicos y dogmáticos como los trabajos de copia y repetición burda de las universidades.

Por supuesto que debemos reconocer las sistematizaciones enormes, científicas y tecnológicas de los avances en el pensamiento euro céntrico. Son esas bases greco latinas, perfeccionadas y profundizadas en el siglo XX, también bases en nuestras propias reflexiones. Pero la dependencia enfermiza y ciega, no es la consejera más ideal. Aunque esa es otra historia.

Pensar con sentido propio: es el sueño de la verdadera ciencia. Porque las ciencias han nacido para dar respuesta a distintas realidades. La economía nació para dar respuesta y reflexiones a realidades mercantiles como la europea. La filosofía occidental nació para dar respuestas a preguntas nacidas en la realidad de Grecia. Las historias posteriores del colonialismo consistieron en la imposición cultural de esas ciencias, en otras realidades. En términos científicos fue un proceso ideológico. Por eso los profesionales de estos lados del mundo, ven a estas ciencias como a la propia biblia: las verdades absolutas, es decir con visiones absolutamente anticientíficas. No pueden pensar en otras posibilidades, en otras realidades. Es decir científicamente. Esos parámetros de las ciencias euro céntricas se piensan como dogmas: no se pueden salir de esos esquemas, salir es delito y pecado. 

Estado y Estados del Bienestar: 

El Estado es invención ciertamente europea. Que se moldea y configura en más o menos 1.000 años. Durante la edad media ya empieza su desarrollo, desde lo europeo. Pero es preciso decir que en otras culturas y civilizaciones, existían otro tipo de Estados que convivieron durante miles de años con sus poblaciones. China, La India o las civilizaciones amerindias cuentan con miles de años de antigüedad, en cuanto a Estados sofisticados y funcionales. Cuando florece la modernidad, el año 1.492, el primer estado moderno que era España, exporta dicho modelo al mundo entero. Esa invención europea se impone por la violencia y el saqueo a las realidades distintas del mundo. De eso la literatura es amplia y variada. Después de España vendrán otros imperios como Francia, Inglaterra, Holanda, Portugal y otros. Imponiendo la misma lógica social y económica, allá por donde llegaban sus poderes. 

El Estado del Bienestar se inventa después de la tragedia de la segunda guerra mundial. Los cultos y educados europeos se destruyeron como cavernarios en las guerras mundiales. Sus hipocresías cultas no les sirvieron de mucho a la hora de negociar: prefieren la guerra y la muerte. Pero esos sueños de los Estados del Bienestar han sido construidos sobre la base de la explotación económica mundial. Mientras ellos contaminan el planeta y viven en estándares altos, el sur del mundo por obra de esos mismos gestos no puede elegir sus propios tipos de Estados. Eso es el famoso Estado del Bienestar. Hoy se destruyen por obra de su propio peso. Ese modelito de exportación ya no es más un referente a copiar. Todo lo contrario, ni siquiera sus propios economistas quieren saber de ese modelo. Que en apariencia era el sueño mismo de la humanidad; la realidad ha sido otra: una artificial forma de vida, insostenible y engañosa. El despertar de ese sueño no es agradable por cierto. En lo que se refiere a nuestras realidades, esa ciencia económica nunca entendió el tipo de economía que teníamos por estas realidades. Modernamente, se las llama a nuestras economías no formales occidentales “economías informales”. Ante la falta de lecturas científicas, prefieren por flojera mental llamarla economía informal. Antes llamaban economías atrasadas, o campesinas, etc. Muy pocos científicos gringos se preguntaron científicamente sobre nuestras economías. Como Dominiq Temple (Las Teorías de La Reciprocidad). Este francés hace un doctorado en Bolivia explicando a los europeos sobre nuestras distintas economías, nada tienen que ver con las economías mercantiles europeas. 

Es decir, otra vez nos encontramos a propósito de la economía con las reflexiones de copia y remedo: el espejo es lo europeo o gringo. Como verdades absolutas y dogmas absolutos. No es posible pensar en otras variantes, en otras realidades y otras maneras de hacer economía. En Japón y Corea del Sur (que tuve la suerte de visitar), también tienen otros tipos de economía; pero han logrado mezclar, hacer alquimia con la economía occidental de manera brillante a pesar de sus riesgos (contaminación ambiental). Los modelos están bien para estudiarlos, quizás para recomendarlos; no para copiarlos acríticamente. En eso ya hay experiencia mundial: las copias nunca funcionan. 

La psicología y las ciencias sociales son también creaciones de realidades propias. Distintas y absolutamente ajenas. Si bien hay parecidos o posibles formas de funcionalidad global, general, no deben ser tomadas en cuenta como verdades cerradas. La falta de centros de investigación de alto nivel, en Bolivia, ciertamente afectan en los resultados: no contamos con información realmente científica. Sólo copias y reflexiones de textos importados. Esos esquemas de las ciencias sociales, no se han probado en Bolivia, sino muy excepcionalmente con científicos gringos. Dicho de otra manera: la ciencia es sólo unos anteojos construidos. Y desde esos anteojos se mira y se analiza una determinada realidad. Se trata de inventar esos anteojos, esos esquemas mentales para leer las realidades. Sólo eso es ciencia, en términos sencillos. Por estos lados del mundo, muy poco se hace ciencia sino ideología o religión: se cree que son verdades absolutas, además copiadas al pie de la letra de las fórmulas eurocéntricas. Acríticamente y sin sentido científico. Por supuesto que todo fenómeno que no entra en esos esquemas se convierte en atrasado, no desarrollado, no científico. Y eso es dogmatismo poco científico. 

La Educación: 

La Educación es sólo transmisión de valores y conocimientos, que interactúan en función de una determinada realidad. El tema es: qué son los valores? Otra vez, por estas realidades se copia los valores de las tradiciones occidentales, sin saber siquiera qué de contenido tienen esos valores, qué de contenido cultural. Por eso el fracaso de las clases altas en Bolivia, por sus torpes formas de copiar modelos éticos ajenos, e intentar imponer en culturas donde nunca han funcionado. Y en educación esos valores deben quedar claramente establecidos. Los conocimientos pueden ser los occidentales y los nuestros, ahí debemos ser muy prácticos e inteligentes. La matemática y la tecnología ya no tienen dueños, son universales. Pero en las ciencias sociales todavía podemos discutir y pelear por un rincón de la torta. Como en la literatura.

La autoestima tiene mucho que ver con la identidad cultural. Un humano sin identidad cultural está enajenado y no es dueño de sí mismo. Es esclavo. Alienado e imitador de otras culturas. De eso tenemos a montones por la pésima educación del sistema. La falta de identidad cultural debilita un país. Porque sólo tiene parias sin identidad cultural, o disimulando con el llamado mestizaje. Que sólo debilitan las riquezas culturales de un país. Eso hemos aprendido del nacionalismo alemán: una nación sólo es posible construir con culturas propias y genuinas. En el caso alemán eran los arios, como lo más puro culturalmente, con sus propios dioses, sus propias costumbres y raza. Gracias al nacionalismo alemán, sabemos que la autoestima es identidad cultural. 

Y esos asuntos de desarrollo humano, tienen mucho que ver con las oportunidades que una sociedad otorga a sus habitantes. Que es la herencia más interesante del pensamiento liberal de occidente. En nuestro caso, lamentablemente la gran mayoría de la población está marginada de esos beneficios del conocimiento y las oportunidades. Y los que tienen acceso al conocimiento, desconocen del tipo de país que es. A futuro, el Estado tiene que otorgar oportunidades máximas a nuestras sociedades, sólo así se puede construir democracia inclusiva. Más eficaces y menos mediocres como es hoy. La competencia es sana cuando todos tienen las mismas oportunidades, y no sólo unos pocos antidemocráticamente. A mayor acceso al conocimiento y a la economía, mayor y mejor desarrollo humano. Más democracia liberal. Menos cupular y mediocre. 



La Paz, 1 de septiembre de 2014.

lunes, 1 de septiembre de 2014

A PROPÓSITO DEL ARTÍCULO INTENCIONADO DE SILVIA RIVERA

El artículo titulado Del MNR a Evo Morales: disyunciones del Estado Colonial, tiene varias aristas que me llevan a considerar una dura conclusión. Pero empiezo por las aristas que son importantes. No cabe duda que la represión a los indígenas del TIPNIS fue el error más grave, desde la perspectiva ideológica de este gobierno, que cometió con uno de los aliados más importantes del proceso: las tierras bajas organizadas. Y ese error se arrastra hasta ahora, como un elemento no resuelto sino postergado. Más allá de ese elemento importante, doña Silvia Rivera que vivió y comió de los proyectos rurales e indígenas toda su vida, hasta pelearse muchas veces de manera vergonzosa y públicamente, pues retrotrae históricas experiencias del movimientismo para comparar y anexar a su vocabulario, utilizando la lamentable ruptura con algunas comunidades el TIPNIS. Aquí conviene establecer algunos criterios básicos, para que se entienda de mejor manera la complejidad de las teorías del desarrollo, y de quiénes la defenestran o defienden. Todos desde el lugar que ocupamos como intelectuales o militantes de cualquier causa estructural o política.

En primer lugar debe quedar claramente establecido que el TIPNIS no es una región “virgen”, como intencionalmente se mostró en muchos medios de incomunicación. Personalmente conozco la región, y en ella la dura realidad le muestra a uno facetas terriblemente contradictorias hasta crueles. Esos hermanos, humanos como son, negocian con negociantes internacionales y nacionales todo lo que tienen: cueros de muchos animales, madera, arroz y cualquier producto que se pueda aprovechar. La corrupción es parte del cotidiano vivir, en menor y mayor escala. La prostitución es un componente poco considerado; pero parte de esas duras realidades. Como no la comercialización de estupefacientes todavía en menor escala. Es decir, la pobreza humillante que es herencia colonial y republicana, hace que dichos hermanos también sobrevivan como puedan, incluido los elementos más sórdidos y corruptos que les sirve para conseguir el pan de cada día. Y no son “angelitos” o santos ingredientes de unas comunidades vírgenes y cuidadores de su medio ambiente. Esos elementos de selvas vírgenes vienen más bien de instituciones, como ONGs, que trabajan en la región. No tanto idea de los comunarios. Lo que no quiere decir que, como en todas las comunidades, no tengan culturalmente aquellos componentes grupales de cuidado del entorno, de su medio y su sobrevivencia.

Por supuesto que la enorme y compleja contradicción actual entre DESARROLLO Y DESTRUCCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE, nos pone en la disyuntiva de qué hacer. El llamado desarrollo es destrucción del medio ambiente, no hay otra manera de desarrollar o progresar, es destruyendo el medio ambiente. Pero muchas veces es un callejón sin salida cuando países como Bolivia necesitan procesos de desarrollo, precisamente para lograr ciertos niveles de economía de consumo o mejoras en la calidad de vida. Los países del norte industrial, tuvieron que destruir el mundo entero, para otorgar alta calidad de vida a sus poblaciones. Hoy ya no es posible y es insostenible ese progreso; aunque no hay todavía alternativas gigantes. Nuestro país es uno de los más desvertebrados del mundo. Es decir poco vertebrados en carreteras de buen nivel, con estándares internacionales. Ese aspecto dificulta enormemente la comunicación y el traslado de productos, para la comercialización y el desarrollo de regiones enteras. Sin carreteras es imposible hablar de desarrollo y progreso. Es imposible lograr mercados internos y circulación de mercancías. Es imposible lograr articulaciones mercantiles y competencia comercial. Bolivia no puede darse el lujo de no contar con carreteras para su mediano desarrollo. Todos los países que han conquistado su desarrollo, han construido enormes carreteras y ferrocarriles en primer lugar. Todavía hoy, Bolivia apenas tiene un 20% de carreteras pavimentadas y en buen estado. Cuando los países vecinos ya llegan al 70% de carreteras competitivas y pavimentadas. Incluso el enorme Brasil. Que eso tiene muchas veces colaterales medio ambientales es cierto, es el riesgo. A pesar de contar ahora con aspectos de cuidados del medio ambiente, los riesgos siguen siendo fuertes.

La última consideración importante es política. Y retomo la contradicción explicada brillantemente por la sociología alemana: lo real politik. Es decir, una cosa es la política real; y otra la política ideal. Eso tiene que saberlo la señora Rivera. Es socióloga. No estoy justificando ni diciendo que una cosa es hablar y otra actuar. De ninguna manera. Sino que la complejidad de las articulaciones políticas, muchas veces hacen que se tenga que actuar no precisamente al pie de la letra de la política ideal: otra cosa es con guitarra. Por ejemplo, he visto personalmente en Cochabamba que quiénes apoyaban al TIPNIS, eran personalidades ligadas a la derecha y ultraderecha en contra del MAS. No eran precisamente personan conscientes o solidarias con las comunidades del TIPNIS, o motivadas por causas nobles y ecológicas. Lo hacían por odio racista al MAS. Es decir, a la hora de enarbolar una causa debemos tomar todos los aspectos o ingredientes claves que hacen a ese fenómeno. No solamente un aspecto, por muy importante que sea,  queda corto o malintencionado a la hora de las conclusiones. En este caso la señora Rivera abstrae lo colonial solamente, sin tomar en cuenta los demás elementos complejos, como también importantes.

En conclusión, pues no es novedad lo que dice la señora Rivera. Varios intelectuales resentidos en unos casos, y en sectores de la oposición, hace tiempo que señalan los mismos ingredientes comparativos entre el MNR y el MAS, incluso hacen análisis forzados para que los parecidos sean realmente “igualitos”. No encuentro mayores novedades o aportes al respecto, sino en el tema colonial y su crítica a las élites gobernantes con su congénita inutilidad en la conducción del Estado. Lo demás son consideraciones ya repetitivas desde hace 5 años.

                                                                                            La Paz, 25 de agosto de 2014.