domingo, 30 de noviembre de 2014

SOBRE LA LECTURA EL ENFOQUE COMPLEJO DE LAS COMPETENCIAS

                                                                                                        Max Murillo Mendoza.

El texto del Dr. Sergio Tobón, con especial énfasis en educación superior. Sugiere precisamente ideas desde el enfoque complejo, para construir mallas curriculares con dichos instrumentos. Advierte que en América Latina es muy débil este enfoque, también en Bolivia, y anima entonces a implementar y seguir investigando, por las ventajas que según el autor tiene en las exigencias educativas de alto nivel. Las competencias se vienen abordando desde distintos enfoques: conductismo, funcionalismo, constructivismo y el sistémico-complejo. El texto de reflexión del autor se refiere al último enfoque, como alternativa importante frente a los demás, pues le da importancia a la formación integral de la persona, desde lo ético.

Existen varias claves para conseguir personas educadas en el enfoque complejo, la comprensión exacta del contexto social, la seguridad de los componentes éticos personales, como compromisos hacia los desafíos de los demás. Todos los elementos están diseñados para conseguir en definitiva personas integrales, dotadas para la sensibilidad de lo artístico, intelectual, creatividad y compromiso con su contexto social. Según el autor hay ventajas interesantes este enfoque por competencias, algunos de esos puntos son los siguientes:
-Aumento de pertinencia en los programas educativos. Qué es la consideración fundamental del contexto social y el compromiso con los problemas de ese contexto.
-Gestión de la calidad. Permite gestionar la calidad de los procesos de aprendizaje. Además de ventajas claras:
a)Política educativa internacional. Que tenga relevancia con estándares internacionales, para su consistencia y sostenibilidad.
b)Varios países latinoamericanos están tomando en cuenta este enfoque.
-Movilidad. Como componente substancial para la competencia de alumnos, docentes.

Pero, qué son las competencias en la línea del pensamiento complejo? Bogoya (2.000) dice que las competencias son idoneidad, flexibilidad y variabilidad. Vasco (2.003) dice que son tareas nuevas, que no están en lo normal o conocido. Massot y Feisthammel (2.003) resaltan como estructuras de conducta. Tobón (2.007) resume de la siguiente manera:

“Procesos complejos de desempeño con idoneidad en
determinados contextos, integrando diferentes saberes
(saber ser, saber hacer, saber conocer y saber convivir),
para realizar actividades y/o resolver problemas con
sentido de reto, motivación, fl exibilidad, creatividad,
comprensión y emprendimiento, dentro de una perspectiva
de procesamiento metacognitivo, mejoramiento continuo y
compromiso ético, con la meta de contribuir al desarrollo
personal, la construcción y afi anzamiento del tejido social,
la búsqueda continua del desarrollo económico-empresarial
sostenible, y el cuidado y protección del ambiente y de las
especies vivas” (Tobón, 2007).

Esta definición nos señala con exactitud seis componentes claves: procesos, complejidad, desempeño, idoneidad, metacognición y ética. Estos elementos tienen influencias en la didáctica y los mecanismos de evaluación. Este enfoque resalta sobre todo en cuanto a la gestión de la educación y del talento humano: 1) integración de saberes en el desempeño, 2) construcción de los programas de formación acorde con la filosofía institucional y los requerimientos disciplinares, 3) orientación de la educación por criterios de calidad, 4) énfasis en la metacognición y la evaluación de las competencias, 5) empleo de instrumentos de evaluación de las competencias de la evaluación de las competencias, mediante la articulación de lo cuantitativo y lo cualitativo.

Según el autor no existen enfoques puros, la mayoría son difusos y muchas veces incluso se prestan conceptos entre ellos. Desde el enfoque complejo, la misma construcción del curriculum se la realiza con la participación colectiva, del equipo de trabajo. Es también importante la construcción de macro procesos, que delimitan los puntos de calidad y de liderazgo y permiten claridad en la construcción de la malla curricular. En la educación superior el propedéutico puede ser un instrumento pertinente de construir competencias, que le permitan ver al educando posibilidades profesionales de inserción al mercado con mayor facilidad.

Como conclusiones personales, considero importante este enfoque de competencias; pero desde lo complejo porque son pasos exigentes y realmente competitivos. Temas necesarios y por demás urgentes en sociedades como las nuestras: nada exigente y competitivo. Los pasos que se siguen no son realmente difíciles, sino implican más bien claridad de los procedimientos pedagógicos. Pero, sobre todo, me parece también fundamental el tema ético. Además que no es un concepto descontextualizado, sino más bien obligatoriamente ligado a los compromisos sociales y culturales, como componentes curriculares. En estos momentos coyunturales regionales y mundiales, en que las deficiencias de los comportamientos sociales en cuanto a lo ético, es cada vez más preocupante, por sus resultados sociales en la corrupción, violencia callejera, violencia institucional (policía, etc) y violencia política, pues me parece interesante instrumento que podría ayudar a tratar, desde lo educativo, estos temas de urgente actualidad. Este enfoque, más allá de las preocupaciones del contexto social, propugna también alta calidad educativa, de cuidados procesos educativos con resultados realmente relevantes. Tiene en consideración del proceso estándares internacionales, que sean evaluables y metacognitivos. Es decir, que sean posibles de rearticular otros procesos educativos, desde la experiencia de sus mismos resultados. Eso me parece demasiado importante, para sociedades que no tienen costumbres institucionales, que no tienen por prioridad a las instituciones, sino sólo a la coyuntura política, que es el caso de Bolivia.

Considero, por otro lado, que este enfoque puede permitirnos mayor disciplina profesional. Las estructuras exigentes en la planificación y los resultados, permiten por supuesto incluir costumbres institucionales más solidas y sostenibles en el tiempo. Eso es tan importante para la educación por la continuidad de los planes y programas, y después de los procesos sociales y políticos más de largo plazo. Si estamos de acuerdo en que los procesos educativos, es decir la educación como tal, son los instrumentos más importantes de cambio y avance en las sociedades, tenemos que estar seguros entonces que cuantos más exigentes sean los instrumentos, los conceptos y las visiones nos ayudarían a mejorar los procesos actuales, políticos y sociales, que vivimos en Bolivia. Los grandes desafíos que tenemos en adelante: compatibilizar los adelantos mundiales, con nuestras e idiosincrasias sociales y mentales, compatibilizar los avances científicos y económicos mundiales, con nuestras estructuras institucionales y mentales, y como adaptar programas y ejemplos mundiales exitosos educativos, a nuestras complejas realidades. Todos esos elementos de desafío, tienen en sí mismos lenguajes educativos. Enormes desafíos cada vez más urgentes de implementar.

                                                                                 La Paz, 30 de noviembre de 2014.






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