viernes, 12 de diciembre de 2014

SOBRE LA LECTURA ORIENTACIONES PARA LA TRANSFORMACIÓN CURRICULAR UNIVERSITARIA DEL SIGLO XXI


                                                                                                                   Max Murillo Mendoza.

Introducción.-

El texto reflexiona sobre las enormes complejidades de los acontecimientos modernos, mundiales y globalizados. Y que en esos acontecimientos, las universidades no están dando respuestas adecuadas a las exigencias de nuestras sociedades. A diferencia de los momentos de mediados del siglo XX, donde lo normal eran lo fenómenos predecibles, hoy todos los fenómenos del quehacer humano prácticamente son impredecibles. Y los lenguajes también se han complejizado y casi sofisticado. Dice Morín al respecto: “el pensamiento complejo, que está en la esencia de la interdisciplinariedad, mantiene una tensión permanente entre la aspiración a un saber no parcelado, no dividido, no reduccionista y el conocimiento de lo inacabado e incompleto de todo conocimiento”.

La UNESCO se adscribe a las exigencias que tiene que tener un sistema educativo universitario: competente, abierto, crítico y de aporte substancial a las demandas de nuestras sociedades. Además de estar a la altura de los retos de las sociedades de la información, que son economías de avanzada y muy competitivas. Así la universidad venezolana, requiere ponerse al día y adaptarse a las nuevas tecnologías, metodologías modernas educativas e instrumentos modernos de pensamiento y reflexión.

Inter y transdisciplinariedad en el contexto universitario.-

La fragmentación del saber es una preocupación, puesto que las complejidades de los fenómenos sociales, económicos, científicos, etc, requieren de soluciones interconectadas entre varios puntos de vista. La fragmentación del conocimiento ha llevado a un reduccionismo precario y poco objetivo de las ciencias. En realidad la inter y transdisciplinariedad, son posturas epistemológicas para resolver la parcelación de las ciencias. Fernández (2.003) plantea que los enfoques interdisciplinares conjugan metodologías y lenguajes de varias disciplinas para examinar o resolver un problema. Entre otros autores, coinciden que estas metodologías exigen coordinaciones más cercanas en las ciencias, en el proceso de las ciencias. Sin embargo, no es una panacea de por sí, si no una manera de abordar las nuevas visiones de las ciencias, teniendo también dificultades en sus procedimientos. Por ejemplo las visiones holísticas como enfoque de las ciencias, no están muy claras en sus referentes conceptuales, porque las generalizaciones pueden encerrar también discursos ideológicos que encubren problemas más profundos.

Pero en los ámbitos académicos y científicos los problemas de este enfoque son profundos, desde las mismas disciplinas que definen sus propios campos, áreas y espacios. A pesar de estos inconvenientes prácticos, es necesario superar la  hiper especialidad y fragmentación del conocimiento. Y a nivel de las investigaciones, los centros académicos deberían forzar en los financiamientos a los enfoques que ayuden a coordinaciones objetivas, entre las ciencias y sus componentes.

Tecnologías de la Información y la Comunicación, Educación y Currículo.-

El impacto de las TICs en todos los aspectos de la vida humana es fundamental. Pero sobre todo el impacto sobre los sistemas educativos, es definitivamente un proceso que está modificando totalmente los conceptos de educación y manejo de información. No podemos entonces no tomar en cuenta este fenómeno, que se ha convertido en el más fundamental de lo que se llama modernidad. Los cambios son ahora realmente trascendentales, porque todo lo que era normal o visible se ha convertido en virtual, es decir en intangible, invisible pero mucho más veloz e impactante en la vida de cualquier humano del mundo. Para este tipo de nuevas economías y nuevas formas sociales de convivencia, se requiere en concreto nuevos tipos de humanos. Con características de redes y enfoques abiertos y flexibles. Las exigencias de los currículos tienen que responder a estas nuevas realidades: abiertas, flexibles y cambiantes como versátiles.

Las universidades no tienen más remedio que convertirse en instrumentos de estos cambios. La velocidad de estos acontecimientos están traspasando toda posibilidad de reflexión, como lo que haríamos en el anterior siglo: lento y con pocos cambios. Hoy las velocidades a las que nos movemos, gracias a la información y la comunicación, nos obligan a ser más veloces y eficientes en todos los ámbitos de las ciencias. En ese sentido, las propuestas curriculares deben dirigirse en resolver esas demandas de nuevas tecnologías, y nuevos enfoques de los procesos educativos: creación de conocimientos y alternativas de pensamientos virtuales. Los llamados bancos de datos, han transformado totalmente las nociones de bibliotecas o depositarios de información que teníamos. Esas posibilidades nos han facilitado en las muchas maneras de entender el trabajo de investigación, el trabajo de oficina e institucional. Las distancias ya no son problemas, sino sólo obstáculos que pueden ser resueltos por las nuevas tecnologías. El rol del docente cambia considerablemente, porque tiene que resolver las profundas contradicciones que producen estas tecnologías. El docente debe ser mucho más exigente consigo mismo, porque la inmensa cantidad de información disponible para los alumnos, tiene que ser canalizada de manera más creativa y productiva por parte del docente.

Las universidades tienen que ponerse al día en estas exigencias. No hay salida posible si no se adaptan a las nuevas tecnologías, sus enfoques y metodologías. Sin esos requerimientos, las sociedades civiles estarían condenadas a la sobrevivencia y a métodos realmente anticuados para resolver sus problemas.




Diseño Curricular por Competencias.-

Los abrumadores cambios que nuestras sociedades están sufriendo, por el empuje de las nuevas fuerzas motrices del mercado, de las nuevas tecnologías y formas organizativas del trabajo, de la ciencia y la economía, están dejando atrás totalmente obsoletas todas las organizaciones y formas sociales conocidas. La globalización está modificando agresivamente los modelos laborales, los modelos económicos conocidos. Ahora se definen como sociedades del conocimiento y de la tecnología de punta, quiénes están asumiendo como parte de sus organizaciones sociales. Las universidades venezolanas tienen que cambiar sus desafíos, y otorgar mayores competencias en investigaciones de alto valor agregado, es decir de alto contenido científico y tecnológico. Esos referentes ya no son un lujo, sino unas necesidades cada vez más urgentes. La brecha que se abre entre los países que tienen altos niveles tecnológicos, son precisamente los países que mejores nichos económicos tienen para sus poblaciones. Y abrir oportunidades de trabajo, de bienestar social y económico para las nuevas generaciones, es nomás invertir en nuevos currículos que permitan un tipo de educación con las nuevas tecnologías y corrientes que se respiran, sobre todo en el norte de este mundo.

Probablemente el enfoque por competencias sea lo más adecuado a las realidades de las universidades venezolanas. Las exigencias en estos tiempos donde las competencias tienen que ser cada vez más exigentes, hacen atractivo este tipo de enfoque, para unas realidades que todavía faltan por valorarse a sí mismas. Las competencias no son más que conocimientos, habilidades, disposiciones, conductas y compromisos, bajo unos paraguas integrales en la formación del ser humano.

Los procedimientos para construir un currículo por competencias, no varían en esencia porque se conjugan las mismas necesidades: el sueño de crear un hombre que aporte a su sociedad, el perfil del educando, y lo integral respecto de las condiciones humanas para reaccionar ante cualquier contingencia, que la realidad requiera. Ahí se hace énfasis en el perfil del graduado, que tiene que tener todos los condimentos e insumos posibles, para articular y responder a la altura de las exigencias sociales, materiales, económicas y políticas. Tener presente las distintas realidades que presenta un país como Venezuela, y a la hora de las construcciones del currículo esta valoración será muy importante. Después viene los planes de estudios, que pueden ser por módulos, por proyectos integradores, por nodos problemáticos e incluso entre la unión de proyectos y módulos. Dependiendo de la creatividad y las exigencias que la realidad impone. A modo de conclusiones, los programas en formación basados en competencias deben pretender:

-Enfocar la actuación del estudiante en la integración de los saberes.
-Mejorar la relevancia de los que se aprende.
-Evitar la fragmentación tradicional de programas academicistas.
-Facilitar la integración de saberes aplicables en distintas situaciones de la vida real.
-Generar aprendizajes aplicables a situaciones complejas.
-Favorecer la autonomía de los aprendizajes en los estudiantes.
-Transformar el papel del docente hacia una concepción de mediador de experiencias de aprendizajes.

Procesos de aprendizajes.-

Las exigencias y condiciones en este enfoque conllevan una educación crítica, reflexiva, y con espíritu crítico para desarrollar competencias. El proceso tiene que estar centrado en aprendizajes, más que en enseñanzas. Las estrategias de aprendizajes son en realidad procedimientos de resoluciones de problemas. El docente es clave porque y es mediador, facilitador, y evaluador del proceso. Precisamente la evaluación es un proceso continuo de retroalimentación. Las diagnósticas, las del proceso y las sumativas, son las más requeridas en estos complejos procesos de evaluación. Y los créditos académicos, son para alentar al estudiante en el avance. Aunque no miden el rendimiento ni la calidad del rendimiento. Los créditos requieren unas exigencias mínimas que cumplir, para seguir el proceso. Y ayuda enormemente en controlar los procedimientos de los avances curriculares.

Duración de las carreras universitarias.-

Las discusiones se han acentuado al calor de los cambios que se están produciendo en todo el mundo. Los organismos internacionales como la UNESCO, han advertido que se deben adecuar a unos estándares promedio que le permita al sistema venezolano, ser más competitivo. Estos estándares son: la pertinencia, la calidad y la internacionalización. En la pertinencia se sugiere que deben subir sus niveles de exigencia, porque sólo eso mantendrá unos niveles óptimos para la generación de altos perfiles profesionales. La calidad es por supuesto una exigencia sinequanom de cualquier sistema. La internacionalización es también una condición mínima, porque las redes de información científica que hay a lo largo del mundo, exigen pasos básicos y estándares mínimos de competencia. Los intercambios de estudiantes, las redes y las investigaciones de alto valor agregado, suponen ahora una internacionalización que será cada vez más normal. Las universidades venezolanas tienen que cumplir con esos requisitos mundiales, de exigencias y competencias mundiales. Cada vez más los conceptos de adaptabilidad, de versatilidad y de velocidades de crucero, son elementos recurrentes en los centros de altos estudios como las universidades. El mundo cambiante, es muy movible y ágil. No se detiene un instante y muchas de las veces no tenemos tiempo para reaccionar. Entonces, los egresados de las universidades tienen que estar muy bien informados y educados para esos nuevos conceptos y ambientes de las sociedades del futuro. Sociedades con alta tecnología de punta y siempre en constantes cambios, en imprevisibles cambios.

En España la duración de una carrera universitaria es de 180 créditos, o tres años. Y 240 créditos o cuatro años. En los Estados Unidos son cuatro años. En Europa se intentan variables como el Tuning, para coordinar diferentes desafíos por competencias, que en los ambientes europeos competitivos, son necesarios coordinar niveles de investigación de campo y de aula; pero sin perder de vista los objetivos últimos de los mercados laborales.
Responsabilidad universitaria y currículo.-

La globalización ha provocado grandes cambios en las sociedades del mundo. Los vientos tecnológicos y de información están conduciendo a la humanidad a una nueva era, a una nueva sociedad. Las universidades tendrán más responsabilidades sociales que antes, porque los elementos de gestión tienen mucho que ver desde las redes del Estado, hasta las últimas comunidades del país. Esos impactos económicos y sociales, tienen mucho que ver con los resultados de las universidades, que son las que manejan, o deberían, información y educación superior, que después se vacía al conjunto de la sociedad. Las universidades seguirán creando los profesionales que las sociedades requieren, eso no ha cambiado y no cambiará en muchos años más. Esa responsabilidad es inherente a las casas superiores de estudios. Los docentes deben ser capacitados en los aprendizajes basados en proyectos: la llamada extensión universitaria tiene más sentido que nunca, cuando se toma consciencia de esa responsabilidad. Las investigaciones tienen que ser dirigidas al desarrollo. Las universidades tienen todavía mucho qué ofrecer, que marcar ruta y educar a las futuras generaciones. Seguirán siendo el alma mater de las posteriores nuevas sociedades, y en ese sentido una de las instituciones más importantes en todas las sociedades.

CONCLUSIONES.-

El caso de Venezuela nos muestra con toda claridad, con meridiana claridad, que las universidades en general tienen nomas que adaptarse y mejor cambiar de patrones en sus funcionamientos. La velocidad de los cambios mundiales, no sólo por los fenómenos económicos como la globalización, sino y sobre todo por el empuje de las nuevas tecnologías, que están modificando y cambiando absolutamente todos los procedimientos y los comportamientos de nuestras sociedades. No sólo en los comportamientos sino en las maneras cómo las nuevas industrias, las nuevas fábricas y procesos de gestión están cambiando por las demandas cada vez más sofisticadas. Los retos indudablemente son enormes. Porque cambiar las estructuras del siglo XX: lentas, sin altas exigencias, sin competitividad industrial ni valores agregados de alto nivel, sin las estructuras necesarias para modificar los currículos y lamentablemente demasiado politizados. Estas estructuras de las universidades latinoamericanas, son un freno en seco a posibles cambios. Sin embargo, tomar consciencia de dichas dificultades ya es un enorme paso. En este documento de alguna manera los venezolanos toman consciencia de que tienen que cambiar, o al menos modificarse a los acontecimientos mundiales de primer orden.

Por otro lado, las universidades seguirán siendo las fuentes más importantes de generación de recursos humanos cualificados. A pesar de sus dificultades y sus contratiempos, seguirán siendo el alma mater de nuestras sociedades. Los Estados y la sociedad civil, tienen ahí a las universidades como a sus instituciones donde pueden influir, actuar y recomendar en sus objetivos y sus prácticas en servicio de las demandas sociales. Responsabilidades también cada vez más comprometidas, cada vez más exigidas por los Estados y las sociedades. Y los modelos por competencias pueden ayudar a resolver y profundizar, esa búsqueda para mejorar estas instancias y recuperarlas como instrumentos de investigación, de desarrollo económico y social, de instrumentos  y mecanismos sociales, que permitan hacer de las universidades latinoamericanas realmente instituciones de manejo de información, de manejo de ciencia y tecnología, de manejo de instrumentos que nos ayuden a salir del estancamiento e inercia, en la que en general nos encontramos.


                                                                                     La Paz, diciembre de 2014.

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